Cuando se empieza un proyecto es imposible saber a ciencia cierta si va a tener éxito o, por el contrario, será un fracaso. Lo que sí que sabemos al 100% es que hay que intentarlo y que si se pone empeño, corazón y mucho esfuerzo, tenemos más de la mitad del camino recorrido.

En 1924 vio la luz Bondia Salvo, una pequeña empresa de artesanos panaderos que, con mucha ilusión, comenzó su andadura en Chiva (Valencia). ¿Incertidumbre? Por supuesto, siempre hay dudas, pero en este caso más que un trabajo o proyecto era una forma de vida y el cariño con el que día a día realizaban su labor se vio recompensado.

En 2018, en esta empresa familiar de tres generaciones de artesanos panaderos continuamos elaborando las recetas tradicionales de nuestro pueblo con una especial atención en mantener la calidad y tradición de nuestros productos.

Lógicamente, con el paso de los años, las cosas han cambiado, ahora tenemos muchos más avances que nos facilitan nuestro trabajo pero, aunque en el proceso de elaboración de nuestros productos utilizamos las nuevas tecnologías, no perdemos de vista nuestro origen artesanal.

Quienes nos conocen saben que no nos conformamos con realizar productos artesanales, si no que queremos que sean de calidad y saludables. Por ello, nuestras galletas son perfectas para personas que cuidan su alimentación y la de sus familias.

Casi 95 años después continuamos con la misma filosofía y así seguirá siendo porque nuestra pequeña industria familiar trabaja día a día para abrir nuevos horizontes pero manteniendo nuestros principios y valores.

¡Gracias por confiar en Bondia Salvo!